Soy una mujer profundamente comprometida con el aprendizaje del alma y la transformación.

Si tuviera que describirme en pocas palabras seria así. Desde hace más de 10 años me dedico a acompañar procesos de bienestar físico, emocional y energético a través del yoga, las terapias naturales y la formación consciente. Pero más allá de los títulos, mi verdadera vocación nace del alma, de haber transitado mis propias sombras, dolores y búsquedas… y haber descubierto que todo lo vivido tiene sentido cuando puedes ayudar a otros a sanar sin tanto sufrimiento.

Todo lo vivido tiene sentido cuando puedes ayudar a otros a sanar y a llevar el camino sin tanto sufrimiento.

Soy una eterna aprendiz. Tengo hambre de conocimiento, de crecer, de comprender más profundamente el cuerpo, la energía, el alma. A veces, esa pasión por aprender es tan fuerte que me cuesta desconectar… me cuesta poner los pies en la tierra. Pero es parte de mi viaje, y también de lo que ofrezco: un acompañamiento desde la presencia, la autenticidad y la experiencia vivida.

Cuando llega a mí alguien atravesando un proceso que yo también viví, me siento profundamente agradecida. No por el dolor, sino por poder ahora ser puente, guía o simplemente presencia para que esa persona no tenga que pasar sola por lo mismo.

En mis clases de yoga me gusta romper rutinas. Me dejo llevar por la energía del grupo, por lo que el momento pide. Un día flow yoga, otro día hatha, otro danza, otro día meditación o trabajo energético. Fusiono estilos, intenciones, movimientos… porque creo que el yoga y la vida están en constante movimiento y expansión. Y me gusta invitar a mis alumnos a salir de la zona de confort, a habitar el cuerpo desde otro lugar.

Todo lo que comparto tanto en mis sesiones de terapia como en mis clases nace de mi propio bagaje y experiencia

Todo lo que comparto nace de la experiencia. De la formación, sí, pero también —y sobre todo— de lo vivido. De cada etapa que atravesé, de cada sombra que enfrenté, de cada despertar que me transformó desde adentro. No enseño nada que no haya pasado antes por mi cuerpo, por mis emociones o por mi alma. Cada práctica, cada sesión, cada palabra que comparto está impregnada de ese recorrido propio, de un aprendizaje que no viene solo de los libros, sino del tránsito real por la vida.

Aprendí que no hay transformación real sin atravesar el caos, y que todo proceso de sanación empieza con la valentía de mirarse hacia dentro.

Todo proceso de sanación empieza con la valentía de mirarse con honestidad. Yo lo hice —y lo sigo haciendo—, por eso sé que acompañarte no es dirigirte, sino caminar a tu lado desde el respeto, la escucha, la empatía y la presencia.

Me honra que estés aquí. Y si decides dar el paso, será un privilegio caminar un tramo contigo.

Si estás leyendo esto, probablemente tú también estés en ese camino de búsqueda. Tal vez no sepas aún hacia dónde vas, o tal vez ya estás despierta, pero te faltan herramientas, sostén o claridad. Sea cual sea tu momento, me honra que estés aquí. Y si decides dar el paso, será un privilegio caminar un tramo contigo. No desde la perfección, sino desde el encuentro humano y auténtico. Porque, como tú, también estoy en camino.